Si mi trabajo consiste en viajar, entonces ¿Cómo trabajaré desde casa, cómo viajaré desde casa? Esta fue la pregunta que me hice hace un año justamente, después de haber experimentado mi primera cancelación. La cancelación de un viaje en el cual había trabajado y esperado a lo largo del año para que sucediera; un viaje que había sido planeado desde el último día que el grupo estuvo en México, un año antes del 2020 y ahora, había sido cancelado.
Sin duda lo sentí en el corazón, pero no era el trabajo lo que pesaba, sino el anhelo fallido de ver viejos amigos, la emoción negada de conocer caras nuevas y la cancelación obligada con el grupo de cada día del itinerario, que con cuidado se había planeado para ellos.
Éste fue el inicio de un tiempo nuevo, del distanciamiento social, de la pausa mundial, de la época del trabajo desde casa.
Trabajar desde casa ha sido y sigue siendo una bendición en tiempos de pandemia, sin embargo, también ha sido un reto visualizar nuevos proyectos, deseos y paisajes por medio de pantallas y rodeada de 4 o más paredes, extrañando el cotidiano contacto social.
Fueron las experiencias cortas quienes nos rescataron de no perder la fe, de visualizar que hay más de una forma de conectar con la gente. A través de talleres de Huertos urbanos y Herbolaria mexicana tuvimos la perfecta oportunidad, para compartir en grupos pequeños, un tiempo tranquilo y agradable para aprender y convivir.
Desde los proyectos donde trabaja AMEXTRA en Lomas de San Isidro y Tultitlán, Estado de México se transmiten, ahora de manera virtual, 2 horas y media de conexión ancestral, donde aprendemos con las apasionadas voces de las coordinadoras, promotoras y artesanas que imparten los talleres.
Bauticé estas experiencias como el fruto de la incertidumbre del 2020, pues gracias a estas experiencias, otras personas y yo hemos abierto nuestros ojos a dos nuevos mundos que parecían cercanos, pero en realidad, no lo eran tanto. Desconocíamos muchas cosas que ahora podemos vislumbrar, entender y sentir curiosidad por saber más.
Estos talleres se han realizado de manera mensual, desde julio de 2020 hasta el día de hoy, y hemos conectado con gente maravillosa, aunque sinceramente me considero la principal beneficiaria de estas experiencias, pues en cada una de ellas, he aprendido no sólo del notable conocimiento de las chicas, sino también, de su cosmovisión, de su pasión por su trabajo, del proceso de transformación que han tenido y la fuerza que representan como mujeres y como líderes en su comunidad.
Así que si no has vivido ninguna de estas experiencias, cordialmente te invito a participar en ellas, pues no sólo obtendrás conocimiento y pasarás una linda mañana, sino que también conectarás desde otra perspectiva con tu cuerpo, con el medio ambiente y con tu comunidad, pero sobre todo, vivirás la experiencia de lo que es viajar desde casa.
Ingrid Villagrán,
Gerente de AMEXTRA Semillas.
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