Por: Patricia Olivares
Dentro del marco del Día Internacional del Voluntariado, desde Amextra agradecemos a cada persona, institución, empresa y aliado que hace posible nuestra labor en las comunidades en alta marginación de México. Hoy nos sumamos a la campaña, #ActuemosJuntosYa (#TogetherActNow) de la ONU, para hacer visible lo invisible, para hacer visible la solidaridad y compasión que mueven al mundo a través del voluntariado.
Luis Enrique Lizárraga Ojinaga, Manager de Soporte al cliente de Cisco Sistems México, tiene 9 años laborando en esta empresa y más de 5 años involucrando a Amextra, A.C., fungiendo como punto de contacto y puente de comunicación, entre Amextra y Cisco, aportando ideas e impulsando iniciativas de colaboración para apoyar a las comunidades en alta marginación desde el voluntariado empresarial.
“El voluntariado te da el enriquecimiento de experiencias de vida, el valor de lo que tienes o lo que no tienes, es decir, muchas veces dices tengo esto y lo otro, pero no siempre es de sumar, también lo que no tienes, por ejemplo: no tengo una enfermedad, no vivo en cierto lugar; aprecias en cierta forma el medio en donde vives, la familia o la educación que tuviste. También, te das cuenta de que lo físico o lo material no es lo importante, y esto lo notas en cada actividad. Te abre los ojos, creo que yo sí he cambiado bastante con el voluntariado.”
Luis inició como voluntario en Cisco a través de su primera experiencia con personas con discapacidad visual, después pudo proponer a Amextra para su incorporación y validación en la empresa. Y una vez lograda su aprobación comenzó este vínculo de colaboración que se sigue fortaleciendo cada año con diversas actividades y acciones, generación tras generación.
Una de las experiencias de voluntariado en Amextra, que marcó la vida de Luis Lizárraga, fue la vivida tras el sismo del 19 de septiembre de 2017 en Tetela del Volcán, Morelos. En donde el 70% de la población se quedó sin hogar debido a los graves derrumbes que se presentaron en la región. Luis promovió la participación de sus compañeros de Cisco para ayudar a los arquitectos y albañiles a la reconstrucción de casas de las familias con mano de obra, pues se removieron piedras, se hizo la poda del monte y zanjas.
“En Tetela del Volcán no sólo perdieron una habitación, sino su hogar y todo lo que representa: memorias, recuerdos, lo emocional, algunos perdieron a sus familiares. Así, valoras más lo que tienes, te das cuenta de los privilegios que tienes”.
Cuando Luis estaba ayudando en la reconstrucción de casas, una de las familias que lo había perdido todo, le dieron comida en forma de agradecimiento por su labor voluntaria, y este acto, le significó mucho porque vio que era “un círculo, una sinergia, una comunidad, quizás no muy cercana, pero al final una comunidad global, una conexión”.
“Es gratificante ayudar, pero creo que es una obligación. Siempre se nos ha indicado que somos individuos, pero en realidad no lo somos como tal, dependemos de los otros más de lo que creemos, porque somos una comunidad. Todo está conectado de cierta manera y es hasta cierto punto una obligación ayudar a los demás. Ayudar y dar un poco de lo que tenemos, y no de lo que nos sobra, porque creo que si das lo que sobra no tiene sentido, porque te está sobrando. Entonces, tienes que sentir realmente para que tenga un valor.»
Otra de las actividades que disfruta hacer cada año es la entrega de juguetes por el Día de Reyes Magos en las comunidades de Tultitlán y Lomas de San Isidro, en el Estado de México, porque, aparte de llevar los regalos, se comparte la tradicional rosca, chocolate caliente y se realiza una convivencia con las niñas y los niños de la zona. Además, se suma a las actividades de limpieza o mantenimiento de los centros comunitarios, a las clases de matemáticas, las capacitaciones en el Centro Agroecológico Pej’pem de Palenque en donde ha aprendido sobre la apicultura y la importancia de las abejas, entre otras más.
“Me motiva ayudar a los demás o tratar de ayudar a los demás y, sobre todo, coincido con la filosofía de Amextra con el dicho de ‘enséñame a pescar y no me des el pescado’. Para mí es muy importante no hacer dependientes a las personas de una ayuda, un donativo. Sino que sean autosustentables, aunque llegar a ese punto puede ser difícil y llevar mucho tiempo, pero llegar ahí, puede hacer seguir esa cadena de ayudar a los demás o a su comunidad.»
En Cisco hay muchas oportunidades de ayudar y eso hace que sus empleados tengan una motivación más para trabajar ahí, porque pueden aportar a diversas causas, desde diferentes actividades según los gustos o preferencias de cada persona. Una de las formas en las que esta empresa motiva a sus empleados, es al darles 10 días no laborables (aparte de las vacaciones) para participar en proyectos de voluntariado con las organizaciones de la sociedad civil.
También, cuando un empleado hace un donativo a una organización, Cisco lo duplica; o bien por cada hora que un colaborador hace voluntariado, Cisco dona 10 dólares. “Entonces, aparte de que haces el trabajo, también recibes conocimiento, la gratificación de ayudar, el conocer personas o lugares, las experiencias de vida. Es un ir y venir de ayuda, y aparte de todo esto, si se tiene un donativo para la organización, pues qué mejor”.
Finalmente, para Luis Lizárraga “ser un voluntario lo es todo, es conexión, porque somos parte de un todo. Y gracias a Amextra por todo lo que hacen, que sigan manteniendo su labor, y que lo sigan haciendo tan bien como sé que lo hacen. Ese esfuerzo es de aplaudirse”.
© 2023 Amextra, Asociación Mexicana de Transformación Rural y Urbana A.C. Todos los derechos reservados, México 2017-2023.
Deja una respuesta