Cara a cara con la migración

Por: Patricia Olivares

¿Te has preguntado por qué hay una crisis migratoria en el mundo o por qué hay tantas posturas sobre este fenómeno? Pero, sobre todo, ¿cuál es la visión de una persona migrante?, ¿cómo es su vida o cuáles son sus sueños? En el marco del Día Internacional del Migrante, Ingrid Jezabel Villagrán Espinosa, Gerente de Amextra Semillas, nos habla sobre el viaje de inmersión en México “Cara a cara con la migración” y cómo éste cambió su visión sobre el tema.

“Mi visión ha cambiado radicalmente y agradezco por ello. Yo era de los mexicanos que decía: que se pongan a trabajar, si hay trabajo por todos lados. Yo desconocía todo lo que había atrás, pero después de saber que es una razón de vida o muerte salir de sus casas, pues qué fuerza y valentía dejarlo todo. Yo no imaginaba todas las historias que iba a escuchar a través de estos viajes. Ha sido una bendición”.

Ingrid, es la responsable de organizar y llevar a cabo el viaje de inmersión “Cara a cara con la migración” en AMEXTRA, para brindar una experiencia desde diferentes perspectivas, y con ello, generar un impacto en las personas que viajan a México a conocer el fenómeno de la migración en el sur del país. Con cada viaje ha crecido personal y profesionalmente, y pudo crear un vínculo especial con cada grupo de viajeros.

“Después de conocer a los visitantes haces una conexión, porque compartes sentimientos. Estamos todos abrazados porque sentimos lo mismo, y eso me hace conectar con otro tipo de personas. Me ha hecho pensar en muchas cosas para mi futuro, para mi país. Y cómo cada persona puede impactar desde donde está, sea quien sea.”

Amextra Semillas busca crear espacios de intercambio cultural entre las y los viajeros que visitan México, con los proyectos en donde trabaja AMEXTRA y también en colaboración con otras asociaciones o personas afines, en donde se motiva a la reflexión para generar un impacto personal y colectivo.

Gracias a la relación de AMEXTRA con las iglesias cristianas desde hace varios años, han llegado a México varias personas extranjeras, específicamente de Estados Unidos, interesadas en el tema de la migración para conocer otras realidades y tener un acercamiento más directo con lo que está sucediendo. “En los últimos 10 a 15 años ha habido un movimiento radical de Sudamérica a Norteamérica y los migrantes pasan una gran parte por México. La iglesia siempre ha sido un lugar seguro para cualquier persona de cualquier denominación y las congregaciones se generan preguntas: ¿a que están viniendo o a qué vienen? Hay mucha incertidumbre”.

AMEXTRA Semillas vincula a estas iglesias extranjeras con asociaciones, albergues y personas claves desde diferentes perspectivas, para que les platiquen de viva voz lo que está sucediendo. Así, cada visitante puede escuchar, ver y sentir, incluso familiarizarse con algunos migrantes porque lo hacen de forma directa. “El objetivo del viaje es conocer sobre la migración desde diferentes voces y aunque sea un grupo pequeño, al regresar a su lugar de origen hay un resultado mayor, porque se logra un impacto con la gente que recibe a los migrantes. Este acercamiento te hace tener mejores decisiones”.

Ingrid comenta que el viaje tiene 4 etapas, la primera consiste en conocer y analizar la ruta que siguen los migrantes y los diferentes desafíos que enfrentan en cada lugar. Ahí se cuenta con un experto en el tema que trabaja en un albergue y hace un mapeo general del contexto. Después, se conoce el refugio donde llega la gente, se visitan diferentes albergues y sus condiciones:

“Dónde llegan, qué hacen ahí o qué pueden hacer ahí, porque es difícil llegar a un albergue en donde no tienes lo básico. Hay 30 personas y 1 baño que termina sucio y hay enfermedades, comparten habitación o tienen que separar a sus familias”.

La tercera etapa es involucrarse de alguna forma como hacer actividades de voluntariado o tener un espacio de intercambio, es decir, se platica con los migrantes. “Están persona a persona, porque así deberíamos de ver estas cosas. Hablar directamente con las personas involucradas y se ven diferentes emociones y pensamientos”.

Finalmente, el último paso es reflexionar lo que vivimos. Todos los días en los viajes de AMEXTRA Semillas hay una reflexión para compartir pensamientos, sentimientos, ideas, inquietudes, aprendizajes, etc. Ingrid acompaña y guía este proceso:

“A través de esta reflexión queremos que lo que viviste lo absorbas y lo lleves, primero, a tu pensar y sentir personal, y después, ya a tu localidad, en donde puedas hacer un impacto en donde creas que lo puedas hacer. Por ejemplo, si en tu asociación eres líder o si eres voluntario en la iglesia, puedes generar un cambio desde ahí. Es decir, hay un cambio desde diferentes entornos al final”.

Ingrid Villagrán expresa que conocer a cada paso el fenómeno migratorio es impresionante, y en cada viaje se aprende o se vive algo distinto, pero recuerda particularmente 3 casos. El primero fue con un grupo de estudiantes de California, quienes han tomado este viaje 4 años consecutivos. Ahora, ellos tienen un grupo y programa específico para atender a migrantes, es decir, con cada viaje reafirman su vocación y generan un impacto en su comunidad.

El segundo caso es el viaje personalizado, un estudiante canadiense que vivía en Costa Rica quería un viaje sólo para él. En esta ocasión se pudo entrevistar a una familia completa de migrantes, cada miembro con una perspectiva distinta, y al ser un viajero se pudo crear una conexión más cercana.

El último caso fue de un grupo de mujeres de National Immigration Forum que estaban realizando un documental, pero que curiosamente todas eran madres, por lo que, se pudo lograr un vínculo con el DIF para visitar a las y los “niños sin compañía”.

“Fue la visita más radical emocionalmente porque eran madres que llegan a un lugar donde los niños están solos, abandonados, separados de sus familias o las niñas están embarazadas. Fue un shock de emociones, me dijeron: – Yo no puedo entender cómo mi hijo estaría viajando a un país solo- ”.

Las documentalistas habían conocido la realidad en la frontera, pero no habían tenido este acercamiento con lo que sucede en el sur de México. “Estas mujeres dirigen diferentes organizaciones y quiero creer que ayudó a reafirmar su tarea y ver hasta dónde pueden ayudar, ver un impacto a gran escala”.

Ingrid tuvo un proceso de transformación radical en su vida, gracias a estos viajes pudo conocer y entender otras realidades, ser empática y buscar generar un cambio o impacto, a través de los viajes de AMEXTRA Semillas en donde se ofrece conocer diferentes perspectivas en una misma experiencia.

“Ha sido una bendición para mí este tipo de viajes y yo invitaría a más personas a que vivieran esta experiencia con AMEXTRA Semillas o con otras asociaciones; incluso, una visita a un albergue cambia mucho tu visión. Te hace pensar, si una familia de 4 personas avanzó junta, y ahí está junta, es cuando te das cuenta del valor de la familia, de tus seres queridos, de tus sueños, pero al final, todo cambia, no sabemos cuándo nos va a tocar migrar”.