Eugenio Araiza
René Padilla, deja un legado muy valioso en Amextra. Los fundadores e iniciadores de Amextra, le conocimos como estudiantes en nuestra militancia dentro del compañerismo estudiantil (Compa), donde nos retó a entender nuestra fe y a dar razón de ella ante los movimientos revolucionarios y de liberación de los 60´s y 70´s. Movimientos que desafiaron al cristianismo para que asumiera nuevas maneras de leer la realidad y una posición crítica ante la injusticia, abuso del poder, pobreza, modelos económicos injustos, corrupción, exclusión, y más. Otro elemento al que se buscaba responder en ese momento histórico, era la inconformidad de los jóvenes con el papel que jugaba la iglesia en la sociedad, con su falta de impacto y la reproducción de modelos extranjeros y colonialistas que ignoraban el contexto latinoamericano.
En los grupos estudiantiles, gente como René y otros nos forjaron en el discipulado y el amor al estudio y a la reflexión de la biblia, con el objetivo de formar líderes con un pensamiento centrado en las enseñanzas de Jesús, en diálogo con los retos sociales, económicos, políticos y culturales de nuestros tiempos. Asumimos un compromiso cristiano como los profesionistas en los que nos convertimos y fuimos llamados a responder a uno de los principales planteamientos de René, que “cada necesidad humana, es un campo de misión cristiana”, el cual detonó interesantes diálogos sobre conceptos clave como Reino de Dios, la justicia, la vocación de reconciliación, etc. Todos ellos, conceptos que marcaron el resto de nuestras vidas.
Esta reflexión, motivada por pensadores como René, nos llevó a la acción, ya que el ejercicio de nuestra vocación profesional se enfocó hacia el servicio. De esta manera el movimiento estudiantil fomentó el surgimiento de organizaciones nacionales de servicio en toda Latinoamérica. En México, aparte de Amextra, surgieron Misión Mazahua y Armonía, mientras otros compañeros más sirvieron en organizaciones internacionales de servicio.
Amextra, pues, fue testigo del cuestionamiento de René y de otros teólogos a la idea de una noción de desarrollo cristiano promovido por las misiones extranjeras, ya que éste daba por sentado que había países y personas desarrolladas y otras subdesarrolladas, y que las últimas debían desarrollarse siguiendo el ejemplo de las primeras. Como alternativa a esta idea, René propuso la expresión teológica Misión Integral, que dejaba fuera la dicotomía entre compartir el evangelio y asumir una responsabilidad social. Esto fue un gran paso para la vida de la iglesia en Latinoamérica y el mundo.
En Amextra, con base en la propuesta de la Misión Integral, llevamos a cabo nuestra propia experiencia de reflexión bíblica sobre el tema, con aplicación en el contexto mexicano, llevándola a la práctica en diferentes comunidades marginadas del país. Así, con la guía del Dr. José R. Alcántara desarrollamos la teología de la Transformación Integral.
René fue así el gran impulsor de un movimiento latinoamericano basado en la propuesta de la Misión Integral, que también generó redes de organizaciones cristianas de servicio que intercambiamos experiencias, proyectos comunes y sistematizaciones de alternativas a problemas importantes de la vida, que catalizaron la presencia cristiana en diferentes aspectos de la vida diaria y que renovaron la presencia de la iglesia en la sociedad. Para Amextra, participar en estos esfuerzos junto a estas asociaciones, organizaciones y colectivos como Red Miqueas, Roca, y Tearfund, entre otras, nos ha permitido experimentar la multiculturalidad del evangelio, nos da un vigor híbrido, un sentido de la unidad latinoamericana, y sinergias que nos han enriquecido mutuamente.
Si hubiera que describir el papel de René, lo haría con los términos de teólogo, educador, profeta y discipulador.
Como teólogo, su labor se refleja en su concepto de Misión Integral y en la formación de la fraternidad teológica, a la que vio como un medio muy importante para difundir la teología latinoamericana.
Como educador, tuvo una gran pasión por la lectura y por escribir; nos deja un gran número de libros y artículos, además de sus conferencias por todo el mundo, Su bibliografía es amplísima. Lo complementó como promotor de la literatura, nos animó a escribir, hay un gran número de escritores que le deben a él la inspiración y el descubrimiento de su vocación; su visión en este campo fue muy amplia, pues su emprendimiento le llevó a formar editoriales y abrir espacio en otras, para hacer posible las publicaciones de varios títulos.
Como profeta, anunció en un buen tiempo a su pueblo, retomó el reto proclamar la justicia, la libertad, la sanidad, la restauración, el año agradable del Señor para Latinoamérica.
Como discipulador, formó gente de varias generaciones, quienes a su vez hemos seguido su ejemplo, formando otras personas en las entidades de servicio que surgieron en toda Latinoamérica.
En mi testimonio personal se conjuga lo que antes he compartido. Conocí al teólogo y maestro en Colombia en 1981, donde estuvimos todo un mes, estudiantes de toda Latinoamérica, recibiendo sus enseñanzas (estuvieron otros como Escobar, Arana, Felicity, Atiencia, etc.). Seguí aprendiendo de él a través de sus libros, artículos y conferencias en México, entre ellas un foro sobre Misión Integral organizado por Amextra. Fue discipulador porque siempre que nos encontrábamos se interesaba en saber de lo que hacía y me alentaba. Hace unos años en Perú me llamó aparte y me dijo que él y otros, era necesario que menguaran, que nos pasaban la estafeta (hizo lo mismo con otras personas más). Al escucharlo sentí una gran tristeza, y para confirmar sus palabras, un poco después me honró invitándome a dar un taller con él en su país natal Ecuador, y posiblemente influyó para que coordinara la mesa de economía en la reunión de Clade V en Costa Rica. Me animó mucho a escribir, pero en esto le fallé, (quizás aún es tiempo de enmendar). Como profeta sigue y seguirá inspirándonos para que la voz latinoamericana siga planteando alternativas de justicia, restauración, paz, libertad, derechos humanos, economía más justa y solidaria, inclusión y responsabilidad con el medio ambiente, y todo lo que implica el reino de Dios entre nosotros.
Quienes quieran conocer más del pensamiento de René, les recomiendo leer sus siguientes tres títulos: Bases bíblicas de la misión, Qué es la Misión Integral y La iglesia como agente de transformación.
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