Por: Patricia Olivares
La pandemia por COVID-19 ha encrudecido las desigualdades en todo el mundo, la solidaridad ha sido clave no sólo ahora, sino a lo largo de la historia de la humanidad, en donde la suma de esfuerzos puede crear un cambio positivo para mejorar la calidad de vida de las personas, dar esperanzas en los momentos más difíciles y construir un mundo más justo para todas y todos. Así, el valor del voluntariado es incalculable, ya que es el motor de amor, respeto, confianza e igualdad que necesitamos para salir de la crisis y crear comunidades resilientes y sostenibles.
Dentro del marco del Día Internacional del Voluntariado, en AMEXTRA agradecemos al voluntariado corporativo de Fundación ADO quien ha sostenido y acompañado a las comunidades en alta marginación en Chiapas durante los momentos económicos más críticos de la pandemia, al abrir puertas de oportunidad de comercialización de la miel que se produce en el Centro Agroecológico Pej’pen en Palenque, en puntos de venta en Villahermosa y en Tabasco.
Gracias al Mtro. Robert Montejo Galicia, Jefe de Voluntariado de Fundación ADO en Villahermosa y Coatzacoalcos, así como a la Lic. Gledy Montoya Escobar, Jefa de Voluntariado de Chiapas y Centro América, pues gracias asu apoyo, el voluntariado de Fundación ADO se ha capacitado, sensibilizado y ha llevado diversas acciones con impacto social y a favor del medio ambiente con Amextra.
Este programa en red de distribución de miel de las y los apicultores de Palenque tuvo muy éxito, no sólo a nivel interno, porque los colaboradores se comprometieron con la venta y promoción de la miel; sino a nivel económico, porque se logró un impacto positivo para los apicultores, pues gracias a eso, se pudo movilizar la miel que probablemente hubiera sido muy difícil mover.
En entrevista con Fundación ADO nos comparten que el acercamiento que se tiene entre compañeras y compañeros colaboradores es muy diversa y sumamente personal, cuando se realiza un voluntariado; pues se genera un vínculo de amistad tan valioso que va más allá del institucional, y se genera una amistad de vida.
“Porque lo que mueve al voluntariado generalmente son sus propias motivaciones de ayudar y cada uno tiene causas distintas. Son personas que traen en su corazón el ímpetu y la esencia de estar apoyando y colaborando en actividades para sumar a la calidad de vida de otras personas”.
Entre las experiencias que les han dado gran alegría al hacer voluntariado, está el proyecto enfocado al área de educación, en donde se logró instaurar un sistema educativo formal con ayuda de voluntarios que tenían conocimientos en diversas áreas como matemáticas e historia y se convirtieron en maestros. También, se hicieron clases particulares de Excel e inglés, cursos específicos para mecánicos y conductores, compañeros de intendencia que no tenían correo electrónico aprendieron a usarlo, entre otras capacitaciones que aprovechaban los conocimientos de las y los colaboradores en beneficio de los demás.
La historia de Tina ha sido muy significativa, ya que era una compañera que no sabía leer bien y tenía un hijo en Estados Unidos, quien le mandaba cartas y le decía que aprendiera a usar el Internet. En ese momento, apenas se empezaban a utilizar los teléfonos inteligentes y el hijo le insistía en que aprendiera. Así que, en el tiempo que estuvo la señora Tina con Fundación ADO aprendió a usar todo esto y hoy en día ya se puede comunicar perfectamente con su hijo. Historias como ésta han marcado positivamente a las y los voluntariado, pues les motiva a seguir ayudando.
El voluntariado corporativo que impulsa Fundación ADO se implementa por medio de los comités de voluntariado, estos se localizan en las diferentes regiones donde se encuentra la empresa Mobility ADO, porque al ser un corporativo todos los colaboradores de la empresa se pueden sumar a ser voluntarios.
“La idea de ser voluntario en Fundación ADO es que el colaborador, suma, apoya, enseña, contribuye a la calidad de vida de su compañero colaborador. La idea es ayudar a colaborar para mejorar la calidad de vida de quienes tienen un menor nivel de vida”.
Así, una de las líneas del voluntariado consiste en compartir sus saberes o talentos como colaboradores de la empresa, por medio de mentorías. Por ejemplo, si se tiene un proyecto de turismo comunitario, y dentro de los voluntarios hay alguien de la parte comercial que sabe cómo hacer el código de atención a clientes, se comparte este saber con el grupo de base u organización, para potencializar y profesionalizar esos saberes. Además, de las actividades que se mapean con las organizaciones que pueden ser: sumarse al curso de verano, apoyar en la feria de salud, acompañar en una entrega de juguetes el 06 de enero o hacer una jornada comunitaria.
“Para Fundación ADO la inversión social no sólo está dado desde lo financiero, de hecho, ese es el último paso, para nosotros la inversión siempre viene dado desde todos estos frentes que no solamente es un recurso económico”.
Finalmente, “el voluntariado es una vocación y ser voluntario es contagiar la pasión por sumar a la vida del otro. Realmente tiene que ver con una esencia que es parte del ser, que es de corazón y de vocación”.
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