Un buen momento para la evolución de las mipymes

Por: Patricia Olivares

A pesar de ser pequeñas, las mypimes son la base de la economía mexicana y el motor que sostiene a nuestro país, pues brindan una gran cantidad de empleos, bienes y servicios. Así, las micro, pequeñas y medianas empresas en México son las responsables de generar el 72% de empleo, aportan el 52% al PIB nacional y representan el 99.8% de los negocios, es decir, 5.5 millones de empresas que proporcionan trabajo a 27 millones de personas. 

Dentro del marco del Día de las Microempresas y las Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes), Erick Manuel Araiza Barrios, Titular del Órgano Interno y Control de Amextra Finanzas, nos relata qué hizo esta entidad financiera en apoyo a las mipymes y la economía familiar, durante el periodo de mayor algidez de la pandemia por Covid-19, que seguimos sorteando como humanidad, aunque con mejores condiciones y perspectivas de futuro; y qué lecciones adquirieron en este contexto acerca del emprendimiento presente y futuro en nuestro país.

“Durante la pandemia por Covid-19, Amextra Finanzas no se detuvo en su tarea, fuimos una entidad o sociedad que no huímos en dar respuesta a las necesidades especificas de la gente en medio de un contexto de incertidumbre. En primer lugar dijimos, esto es algo que tenemos que afrontar, el propio gobierno tiene en claro que somos una actividad esencial. Si cerramos y nos volvemos herméticos, nos vamos a volver parte del problema”.

Así que, la financiera continuó con sus operaciones en apoyo a cientos de familias que ya vivían una compleja inestabilidad económica y que este tema lo vino a agravar más, siendo consecuentes con uno de sus grandes postulados: “Trabajamos para aquellas personas que viven pobres, pero no lo son. Las condiciones y las diferentes situaciones de injusticia e inequidad presentes en este mundo las han llevado a vivir en pobreza”. 

Desde 2010 Amextra Finanzas, como Sociedad Financiera Comunitaria, ha beneficiado alrededor de 29 mil personas en situación económica media hasta los sectores más bajos, pues brinda posibilidades a quienes han sido excluidas del sistema financiero tradicional, es decir, de la banca comercial por no cumplir con los requisitos.

“Brindamos oportunidades a través del crédito a la palabra para fortalecer sus emprendimientos o negocios, con recursos líquidos en efectivo, para que potencialicen lo que ya tienen, como personas emprendedoras que buscan participar en diferentes mercados y sectores. A la vez, promovemos principalmente el ahorro porque creemos que es la principal vía para generar verdaderas condiciones de libertad financiera. Por eso queremos ser justos y responsables con hacer crecer el dinero que depositan en confianza”.

Erick Araiza comparte que, al iniciar la pandemia pensaron que los ahorros iban a ser retirados de manera masiva, pero no fue así, al contrario, aumentaron y lo siguen haciendo hasta ahora. Por eso, la conservación, el mantenimiento e incremento de los ahorros es primordial y un indicativo de que las personas a las cuales servimos, están saliendo adelante y generando condiciones de mayor sostenibilidad por sí mismos.

“Es una de las cosas que nos sentimos contentos y orgullosos, porque nos habla de que hemos podido construir un proceso de sostenimiento, de autogestión de las y los clientes, en cuanto a cubrir sus necesidades más básicas, y gracias a sus ahorros tienen con qué hacer frente a las crisis. Parece ser que nuestros clientes van bien encaminados en nuestra folosofía que es: cambia tu forma de pensar para que cambie tu manera de vivir”.

Durante la pandemia, de mayo de 2019 a julio de 2021 nacieron 1.2 millones de establecimientos mipyme, y 1.6 millones cerraron sus puertas definitivamente, es decir, cerraron más de las que aperturaron. Y, aunque surgieron miles en el área comercial y de servicios, el 70% no pasa del primer año, porque “así como nacen, mueren”, expresa Gerardo González Chávez, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

También, se dio un notable crecimiento de empresas de transporte y entrega de comida o productos, pero en la informalidad. Tal como sucedió con gran sector de las y los clientes de Amextra Finanzas, quienes se dedicaban a la venta por catálogo y alimentos, pero gracias al apoyo de la financiera pudieron mejorar y ampliar sus canales de venta y tener mejores oportunidades de ingresos. Por ejemplo, una de sus clientas vendía comida en un puesto, pero tuvo que cerrar; entonces su esposo que es taxista al no tener mucho pasaje, se unió a la cadena de negocio para la entrega a domicilio.

“Por un lado se volvieron negocios más sólidos, porque la familia estaba más unida a la actividad y recuperaron su negocio. Incluso comenzaron a incrementar o fortalecieron los negocios o emprendimientos familiares”.

Por otra parte, las financieras también se enfrentaron a grandes desafíos y, en el caso de Amextra Finanzas, Erick Araiza explica que modificaron su metodología de atención, porque operan principalmente a través de grupos solidarios que se reunen en los negocios o casas de los beneficiarios, pero ya no podían entrar en estos espacios, por eso:

“Lo hicimos a través del mínimo contacto posible, con un grupo de personas que fueran a las diferentes sucursales. Comenzamos a promover más canales de pagos a través de las aplicaciones móviles que las personas tienen y a través de los diferentes cajeros, que se encuentran en red”. 

También, comenzaron a tener varios problemas por la falta de pago de las y los clientes, sobre todo porque muchos de los negocios estaban catalogados dentro de las actividades no esenciales y  tuvieron que cerrar. De modo que, intencionaron mecanismos para reestructurar los créditos, alargar plazos y comenzar nuevamente a pagar. 

“Y todo esto, en un ambiente de incertidumbre, una vez que se tenía más controlada esta situación se empezaron a dar talleres a nuestras clientas y clientes de cómo mejorar o evolucionar a las nuevas metodologías de promoción, a través de vender en redes sociales o repartir a domicilio; lo cual reactivó sus actividades y comenzó una nueva demanda en cuanto a los créditos y a la posibilidades de pago”.

 

Después de este difícil proceso que hemos vivido en México por la pandemia de la Covid-19, han surgido grandes desafíos para: empresas, financieras y emprendedores.  Uno de ellos, según Erick Araiza, es no contar con una economía dinámica, porque no existen los suficientes flujos de consumo e intercambios; por lo tanto, cada micronegocio o empresa debe ser muy creativa de cómo hacerse de clientes, promover su negocio y vender. En donde será fundamental identificar cuál es su diferenciador comercial, para tener mejores posibildiades de crecimiento y de existencia en el futuro. 

Otro reto es que las grandes empresas aprovecharon la pandemia para involucrarse en los mercados en donde los pequeños negocios estaban presentes en el día a día. “Aunque la alfabetización digital también tiene sus beneficios porque obligó el uso de las tecnologías a los sectores que había tardado en llegar, pero quitó del mercado a estas personas con las cuales trabajamos. Ahora tienen un público y mercado más reducido.”

Finalmente, Erick Araiza recomienda a las y los emprendedores, ampliar sus canales de promoción, venta y formas de pago, y con ello acelerar el uso de herramientas digitales; pues al recibir y hacer transacciones digitales se mantienen vigentes y tienen mayores posibilidades de concretar ventas. También, hay que pensar más allá de los canales de venta tradicional, y analizar cuáles son las necesidades más inmediatas y reales del lugar en donde están trabajando. 

“Creo que ya hay mucha saturación de los mismos productos y servicios, entonces se satura el mercado, eso hace que se haga más complicada la tasa de supervivencia de los negocios. Hay que ser receptivos y mirar qué necesidad hay en el contexto, en el mercado, que nadie más a cubierto o no se atiende de forma óptima, hay que buscar evolucionar hacia esas oportunidades de negocioy transformarse en cuanto a temas digitales como recepción de pagos, transacciones y de ventas. Creo que es un buen momento para evolucionar en ese sentido”.

Así, los factores indispensables para cualquier emprendedor son: analizar la necesidad real del entono; ser estratégicos y sabios; hacer una buena lectura de los tiempos y momentos; y, comenzar a tener planeación con investigación, para no caer en los supuestos y la desesperación.

“Ser emprendedor o empresario en un momento de incertidumbre es pesado y no es para todos, por lo tanto, cuando alguien se lanza a esta odisea, hay que tener en cuenta que va a costar mucho esfuerzo, coraje, determinación, empuje y fortaleza. Es importante generar redes de apoyo que nos sostengan en todas las tareas y aventuras que nos lanzamos como empresarios, comerciantes, emprendedores. Así, con esfuerzo y dedicación podemos tener tierras fértiles, escenarios buenos para salir adelante.”

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